Estudio Perseus: analizando el rol de las células tumorales circulantes en el tratamiento del Mieloma múltiple
Fecha
8 dic 2024
Resumen
El doctor Luca Bertamini del Erasmus MC Cancer Institute, Rotterdam, Países Bajos, da a conocer los resultados del estudio PERSEUS que evalua el impacto de las CTC en la predicción de resultados clínicos en pacientes tratados con combinaciones estándar de bortezomib, lenalidomida y dexametasona, con o sin daratumumab durante las fases de inducción/consolidación, y lenalidomida con o sin daratumumab en el mantenimiento.
En el Mieloma múltiple, no hay datos recientes de ensayos clínicos grandes que evalúen el impacto de las células tumorales circulantes (CTC) en pacientes tratados con daratumumab u otros anticuerpos anti-CD38. El estándar de tratamiento incluye D-VRd (daratumumab, bortezomib, lenalidomida y dexametasona), trasplante autólogo y mantenimiento. La meta es lograr una Enfermedad Mínima Residual (MRD) negativa sostenida, que ha sido avalada por la FDA para acelerar la aprobación de terapias.
El racional del PERSEUS es verificar cómo las CTC predicen resultados clínicos en pacientes tratados con combinaciones estándar de bortezomib, lenalidomida y dexametasona, con o sin daratumumab durante las fases de inducción/consolidación, y lenalidomida con o sin daratumumab en el mantenimiento.
En el ensayo de fase 3, se asignaron aleatoriamente a 709 pacientes elegibles para trasplante con mieloma múltiple recién diagnosticado a recibir, ya sea daratumumab subcutáneo combinado con terapia de inducción y consolidación con VRd y terapia de mantenimiento con lenalidomida (grupo D-VRd), o terapia de inducción y consolidación con VRd y terapia de mantenimiento con lenalidomida sola (grupo VRd).
Los resultados destacan el beneficio clínico de la combinación terapéutica D-VRd-ASCT-D-R en pacientes con mieloma múltiple. En términos de supervivencia libre de progresión (PFS), los pacientes tratados con D-VRd mostraron una reducción del 58% en el riesgo de progresión o muerte en comparación con aquellos tratados con VRd, con una mediana de seguimiento de 47.5 meses y una PFS a 48 meses del 83% frente al 67.7%. Además, los análisis revelaron que esta combinación terapéutica permite alcanzar tasas más altas y sostenidas de MRD negativa, logrando un mayor control de la enfermedad en los pacientes tratados con D-VRd en comparación con el grupo VRd.
Los subanálisis enfocados en células tumorales circulantes (CTCs) y factores de riesgo como citogenética y niveles de LDH resaltaron que niveles altos de CTCs están asociados con un peor pronóstico. Se definió un umbral óptimo de CTCs en 0.175%, identificando que los pacientes con niveles más bajos de CTCs combinados con citogenética de bajo riesgo obtienen mejores resultados de PFS.
A pesar de esto, el tratamiento con D-VRd mejoró las tasas de MRD negativa y la PFS incluso en pacientes con citogenética de alto riesgo y niveles bajos de CTCs, aunque no logró mejorar de manera significativa los resultados en aquellos con altos niveles de CTCs combinados con citogenética de alto riesgo. En general, el tratamiento demostró un impacto favorable y consistente independientemente de los factores de riesgo adicionales.
El Dr. Luca concluye su presentación enfatizando que los niveles altos de CTC deben considerarse como un factor de riesgo importante a evaluar tanto en ensayos clínicos como en la práctica clínica.