El estudio COMET demuestra que la monitorización activa mantiene la calidad de vida en pacientes con carcinoma ductal in situ de bajo riesgo
Fecha
30 dic 2024
Resumen
La Dra. Ann Partridge, del Dana-Farber Cancer Institute, lideró el análisis secundario del ensayo clínico COMET, comparando la calidad de vida y los resultados emocionales en pacientes con carcinoma ductal in situ (DCIS) de bajo riesgo. El estudio evaluó los efectos de la monitorización activa frente al tratamiento convencional (cirugía ± radioterapia) a lo largo de dos años, buscando determinar el impacto de ambas estrategias en la experiencia de las pacientes.
El carcinoma ductal in situ (DCIS) es una condición precursora del cáncer de mama invasivo. Actualmente, el tratamiento convencional para el DCIS de bajo riesgo incluye cirugía, con o sin radioterapia. Sin embargo, la monitorización activa (AM), que evita la intervención quirúrgica inicial y realiza seguimientos
periódicos, surge como una alternativa menos agresiva. El estudio COMET tuvo como objetivo analizar la calidad de vida, la ansiedad, la depresión y otros síntomas en mujeres con DCIS bajo estas dos estrategias.
Metodología
El ensayo COMET fue un estudio prospectivo, multicéntrico y aleatorizado que incluyó a 957 mujeres mayores de 40 años con diagnóstico de DCIS de bajo riesgo. Las participantes fueron asignadas aleatoriamente en una proporción 1:1 a tratamiento convencional (GCC: cirugía ± radioterapia) o monitorización activa. El análisis evaluó los resultados reportados por las pacientes (PROs) mediante cuestionarios validados sobre calidad de vida (SF-36, EQ-5D-5L), ansiedad, depresión y síntomas físicos en cuatro momentos: basal, 6 meses, 1 año y 2 años.
Resultados
De las 957 participantes, el 99.5% completó al menos un cuestionario. Los resultados mostraron que la calidad de vida general (QOL), la ansiedad y la depresión fueron similares entre los grupos a lo largo de 2 años. En el cuestionario SF-36, los puntajes de funcionamiento físico disminuyeron ligeramente en ambos grupos: de 50 (basal) a 48 en el grupo GCC y de 50 a 47-48 en AM (P = 0.01). Los niveles de ansiedad, medidos con la escala STAI, fueron bajos en general, con puntuaciones de 30-33 en ambos grupos. En cuanto a la depresión, las puntuaciones más altas se observaron en el grupo GCC a los 6 meses, pero sin diferencias significativas a largo plazo.
Respecto a los síntomas físicos, como dolor mamario, las puntuaciones fueron similares entre ambos grupos, con cambios mínimos durante el seguimiento. En análisis de sensibilidad, el grupo GCC mostró un aumento temporal en los problemas de brazo y dolor mamario a los 6 y 12 meses, los cuales mejoraron posteriormente.
El análisis secundario del estudio COMET demostró que la experiencia global de las pacientes con DCIS de bajo riesgo fue comparable entre la monitorización activa y el tratamiento convencional durante los dos años de seguimiento. Los hallazgos sugieren que la monitorización activa no afecta negativamente la calidad de vida ni incrementa los niveles de ansiedad o síntomas físicos, posicionándose como una alternativa válida y menos invasiva para estas pacientes.