Una selección de estudios random del congreso de ESMO Sarcoma&raras24
Fecha
20 mar 2024
Resumen
ESMO sarcoma & raras 2024 estuvo lleno de sesiones educativas y pósteres de toda clase.
El tratamiento estándar actual del Leiomiosarcoma de útero (uLMS) incluye la cirugía citorreductora (CRS) y la quimioterapia sistémica, sin embargo, las tasas de recurrencia son altas. Por esto la doctora Beatrice Sun y colegas del Oncology Stanford University School of Medicine decidieron adicionar gemcitabina seguida de dacarbazina sistémica después de una CRS óptima.
Incluyeron pacientes con uLMS recurrente en el peritoneo que fueran consideradas resecables. Se recolectó sangre para estudios correlativos de ADN tumoral circulante (ctDNA). Los pacientes incluidos fueron sometidos a CRS óptima, HIPEC con gemcitabina.
Actualmente, se han inscrito 13 pacientes. La edad media es de 55 años. 8 pacientes tienen antecedente de morcelación del espécimen. El índice medio de carcinomatosis peritoneal (PCI) es de 8 (rango 5-14), y todos los pacientes recibieron una citorreducción completa (CCR 0 o 1). Tres mujeres experimentaron una complicación relacionada con la CRS/HIPEC (lesión de la vejiga, transección del uréter, neutropenia). No hubo eventos adversos relacionados con el tratamiento de grado 3 o superior. 10 pacientes desarrollaron recurrencia a los 8 meses, a las pacientes que recayeron se les continuó tratamiento con quimioterapia y 8 se sometieron a CRS adicional.
Con una mediana de seguimiento de 25 meses, 12 pacientes permanecen vivas, 8 no tienen evidencia actual de enfermedad y 4 están vivas con enfermedad. De las muestras de ctDNA obtenidas de 10 pacientes pre quirúrgicas se correlacionan con carga tumoral y la recurrencia. Los reportes de cuestionarios de calidad de vida se mantienen estables 1 mes después de la cirugía, comparándola con la data capturada antes del procedimiento quirúrgico.
Estos resultados sugieren que CRS/HIPEC con gemcitabina y dacarbazina adyuvante es seguro. Y se espera que con un mayor reclutamiento de pacientes se pueda evaluar la eficacia en la prevención de la recurrencia peritoneal.
Por otro lado, el grupo de la Fundación Irccs, Instituto Nacional del tumor de Milán, en cabeza de la doctora Silvia Stacchiotti llevaron a cabo la Evaluación de tres dosis de pexidartinib en un estudio clínico de fase IV, global, multicéntrico, de etiqueta abierta en pacientes con tumor de células gigantes tenosinoviales (TGCT).
Se recolectó información hasta octubre de 2023 de pacientes que decidieron continuar el tratamiento para recibir pexidartinib en dosis de 800 (A), 600(B) y 400 (C) mg por día.
Se incluyeron un total de 21 pacientes, 10 en el grupo A, 6 en el grupo B y 5 en el grupo C. La mediana de duración de tratamiento previo al ingreso al estudio fase IV fue de más de cuatro años en todos los grupos. La respuesta de tratamiento completa o parcial antes de entrar al estudio fue de 90% en el grupo A y 100% en el grupo B y C.
En cuanto a eficacia no se observó progresión de la enfermedad en ninguno de los grupos al continuar la dosis a los 24 meses y en general, el pexidartinib fue bien tolerado y los eventos adversos que se presentaron fueron < de grado 3, además no se observaron EA adicionales a los presentados previamente.
Como limitaciones del estudio la doctora menciona el tamaño pequeño de la muestra y a población seleccionad porque todos los pacientes tenían tolerabilidad establecida y enfermedad controlada al ser vinculados al estudio y la evaluación de la respuesta parcial o completa no fue capturada con criterios RECIST.
El estudio permite concluir que pexidartinib es un medicamento seguro y bien tolerado que muestra beneficios en el tratamiento de pacientes con TGCT, controlando la enfermedad incluso en casos en donde es necesario disminuir la dosis.
Finalmente, compartimos los resultados del póster presentado por el Dr. Diego Soriano Polo y colegas del Hospital Universitario y Politécnico la Fe de Valencia, quienes llevaron a cabo un análisis retrospectivo de cohorte de 19 pacientes con tumores desmoides (DT) sintomáticos que había sido tratados con sorafenib como terapia de primera línea (2020-2023) hasta la progresión y/o toxicidad inaceptable.
Se incluyeron 19 pacientes, la mayoría mujeres (62.5%). La mediana de edad fue de 37 años (rango 18-80 años). 31.3% de los pacientes presentaban poliposis adenomatosa familiar, 25% Retroperitoneal, 18.8% en extremidades, 50% en pared abdominal, 6.3% en región de cabeza y cuello, 50% como enfermedad de novo. Todos los pacientes eran sintomáticos y se consideraba tenía una enfermedad irresecable.
La tasa de respuesta global fue del 43.8% (37.5% respuesta parcial y 6.3% respuesta completa), 49.1% de los pacientes estaban en enfermedad estable y solo 1 en progresión (5.3%).
75% de los pacientes reportaron toxicidad, 68.75% grado 1-2 y 18.75% grado 3. Los eventos adversos más frecuentes fueron fatiga (50%) y eritrodisestesia palmoplantar (31.25%).
Se observó beneficio clínico en el 77.8% de los pacientes, en la mayoría de los casos secundario a un mejor control analgésico. El 68.75% de los pacientes reportaron mejora clínica en el dolor después de cuatro meses de tratamiento, con menos necesidad de analgésicos o incluso suspensión de todos los medicamentos para el dolor. Ningún paciente necesitó tratamiento opiáceo de tercer paso después de la introducción del sorafenib.
Los autores concluyen que el sorafenib es un tratamiento útil y rentable para pacientes con DT sintomáticos. La mayoría de los pacientes tuvieron una respuesta radiológica y la progresión sintomática fue muy poco común.